TOKIO 2020

Con cada edición de la Copa Olímpica del Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR) se van integrando a diferentes facetas deportivas del movimiento olímpico, los atletas medallistas del ciclo olímpico. Es un escenario que les abre las puertas a hacer la transición de su carrera competitiva a una de líder administrativo.  

Uno de los ejemplos más recientes es el jubilado luchador medallista de bronce en los Juegos Panamericanos Toronto 2015, y doble medallista en Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz 2014 (bronce) y en San Salvador 2023 (plata), Edgardo López. Este entregó sus botas de lucha en un ritual propio de su deporte para anunciar su retiro, acto llevado a cabo durante los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. Su compromiso fue desarrollarse como entrenador y árbitro internacional para seguir aportando a su disciplina. 

Como árbitro, su adiestramiento estaba avanzado, mientras competía. Por lo que en los pasados meses obtuvo su certificación internacional. Para cumplir con su sueño de entrenar, este se capacita en su hogar, la Escuela de los Deportes, en el municipio de Carolina. Un proceso que lo vive al máximo. 

“¡Esta experiencia es rara! Muchas veces le enseñas cosas. Uno sabe qué saben las cosas, pero no las hacen. Eso hace que le den deseo a uno de meterse por dentro de ellos y hacer las cosas por ellos”, dijo entre risas el luchador, quien dominó los dos estilos: greco y libre.

Su vocación es educar. Solo transforma su paciencia para enseñar las técnicas de lucha en un colchón, como lo hacía en el salón de clase impartiendo la materia de ciencia.

“Al final, es enriquecedor porque cuando uno ve que ellos empiezan a enlazar las cosas, las tácticas de cada uno, y sus metas; y uno se siente feliz porque uno fue parte de eso. Uno lo que quiere es lo mejor para ellos”, expresó orgulloso el carolinense. 

En un caso similar, pero continúan en el ruedo competitivo, están los taekwondistas especialistas en poomsae, Luis “Gaby” Colón Maldonado, y Arelis Medina. Ambos son múltiples medallistas en Juegos Centroamericanos y del Caribe, y Juegos Panamericanos en los pasados dos ciclos olímpicos. 

Colón Maldonado y Medina, ya tienen su propia academia en Arecibo. No obstante, usan su modelaje deportivo para llamar la atención de la “nueva generación de deportistas” para que sigan sus pasos.

Estos estuvieron compitiendo en el coliseo Fernando “Rube” Hernández donde también estuvieron los deportes de judo, esgrima, lucha y boxeo. 

“Estar aquí compitiendo sí llama la atención de otros niños. Así fue como empecé. Mirando a otros atletas cuando venía a competencias como estas. Me interesé por el deporte, buscando videos, información y lugar para entrenar. ¡Aquí estoy, en la segunda competencia del circuito nacional!”, dijo Medina sin ocultar su emoción al recordar sus primeros pasos deportivos. 

Para Colón Maldonado competir en la Copa Olímpica “es un evento local que nos ayuda con fogueo y también a exponernos al público para dar a conocer lo que hacemos. Lo hacemos para que los chicos que vienen de abajo se inspiren viéndonos y sepan que nosotros trazamos un camino para que ellos lo sigan”. 

Los cambios de un atleta competitivo a una fase pasiva en el deporte son radicales. Se pasa por un proceso que tiene un duro precio a pagar en lo físico y lo mental, pero al final dan frutos placenteros para muchos. Este es el caso del exboxeador producto de la Escuela Especializada en Deportes Eugenio Cruz en Salinas, José “Chiqui” Laureano. Actualmente, Laureano es el presidente de la Federación Puertorriqueña de Boxeo, y de la Organización Panamericana de su disciplina. Antes de llegar ahí, sudó en el ring como atleta e hizo sudar a sus sucesores desde la óptica de entrenador nacional. 

“Estamos en la Copa Olímpica cumpliendo con el desarrollo de los juveniles de 13 hasta 17 años. Buscamos que diferentes boxeadores de Massachusetts estuvieran aquí para mantener a nuestros atletas activos con buen boxeo. El propósito es hacer crecer nuestra disciplina”, indicó Laureano, quien sigue con mantener con alto nivel una disciplina que pasa por una transformación olímpica administrativamente en el mundo. 

Otras inspiradoras historias se están dando este primer fin de semana de la Copa Olímpica y continuará el próximo fin de semana. Son 16 deportes de federaciones que trabajan en la constante evolución del talento puertorriqueño.

La entrada al evento, que cuenta con tres sedes en el Coliseo Fernando “Rube” Hernández y el parque Evaristo “Varo” Roldán en Gurabo, y el Albergue Olímpico de Salinas; es libre de costo.

El segundo fin de semana, 14 y 15 de septiembre, estarán en acción las disciplinas de balonmano, bádminton y gimnasia (Tumbling y Acrobacia) el sábado; y el domingo, se unen gimnasia infantil y baby challenge, gimnasia rítmica, gimnasia para personas atletas de Special Olympics. El tiro con arco mudará sus pacas para el parque Evaristo “Rube” Hernández. El tenis de mesa estará en su pabellón en el Albergue Olímpico. 

La Copa Olímpica

La primera edición de la Copa Olímpica fue en el 2012. Desde entonces, la institución olímpica ha organizado eventos como el Festival Olímpico Playero, Tierra de Combates y el Festival Olímpico Femenino con el propósito de garantizar un espacio de crecimiento a los atletas infantiles y juveniles. Muchos de estos participantes son promesas deportivas o ya están en selecciones nacionales enfiladas para integrar delegaciones de Puerto Rico a competencias internacionales.

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